
En ensalada, asados, fritos, escalibados o rellenos. El pimiento es sabroso, nutritivo y económico. No debería faltar en la mesa.
Es uno de los alimentos más ricos en vitamina C (el rojo más que el verde), tanto que incluso supera a los cítricos. El consumo habitual de pimientos se asociacon un menor riesgo de infarto. Los pimientos rojos son los más ricos en nutrientes porque han alcanzado su grado de maduración y por ello contienen licopeno anticancerígeno.
Mejor asado que frito
Además de lo ya destacado, los pimientos son antioxidantes y se considera que ayudan a prevenir la aparición de tumores, a retrasar el envejecimiento celular, a mejorar la circulación venosa. Resultan diuréicos y ayudan a mantener el peso y los niveles de glucosa en sangre cuando se sufre diabetes.
Es mejor consumirlo asado o crudo, ya que al freírlo (una de las preparaciones preferidas de los españoles) aumentan considerablemente sus calorías.
Del invernadero a tu mesa
La temporada natural del pimiento es de verano a otoño, pero los puedes encontrar todo el año gracias al cultivo en invernaderos. Hay que seleccionar los ejemplares carnosos, duros, pesados en proporción a su tamaño, muy firmes, de color brillante, piel lisa, lustrosa y sin golpes ni magulladuras.
Una vez en casa…
Pueden durar hasta 15 días y las posibilidades de empleo son innumerables, Ideales en crudo para las ensaladas, pero además son la guarnición perfecta de cualquier carne y un condimento ideal de gran cantidad de guisos y asados. ¿Qué más se le puede pedir a un alimento?